El fin de semana pasado hemos estado en el Pedraforca, una montaña que llevaba más de un año y medio queriendo subir. Hay montañas que, sin haberlas visto nunca, ejercen esa fascinación en nosotros. ¿Os ha pasado? Y esas montañas, tarde o temprano, hay que atacarlas.
No hay otra manera de llamar a la ascensión a este clásico de la montaña en Cataluña. Si queréis superarlo, tendréis que atacarlo con manos, pies, rodillas, equilibrios… con uñas y dientes, vaya.
La subida hasta la zona del Coll de Verdet ya anuncia lo que nos espera, un día de lo más vetical. Alcanzar el collado es sólo el principio de la escalada, la canal está justo después. Buen momento para descansar, siempre que el viento os deje (no como a nosotros).
Canal de Verdet
La canal de Verdet no es compleja técnicamente, pero, y aquí viene el aviso que da título al post, no está pensada para personas que no tengáis un poco de experiencia en montaña o niños muy pequeños. Tampoco es recomendable para ir con perros. Si estáis en esos casos, es posible que la superéis, bastante probable, pero poniendo en riesgo la seguridad. La propia y la de terceros.
Por cierto, aquí hay que recordar algunas claves de seguridad básicas en canales y pasos complejos, que no son más que las que nos dicta el sentido común:
- Si llegas y hay alguien delante de ti realizando el paso, la opción más educada, me parece a mí, es esperar a que terminen. Es también la más segura, puesto que darás confianza a la persona que está pasando en ese momento. La montaña no es un lugar para ir con prisas.
- Sin embargo, si llegas, o vas a afrontar el paso, y ves que hay gente esperando con soltura técnica mayor que la tuya, yo, en mi caso, les invito amablemente a pasar. Siempre y cuando esté completamente asegurada en una postura que puedo mantener sin riesgo. En caso contrario, les pido que me den un minuto con toda mi amabilidad y mi mejor sonrisa (y algún tembleque de piernecilla, no lo vamos a negar).
- Intenta no pegarte en exceso a otros grupos. Intenta no hacer escándalo o gritar, sólo provocarás más nervios a todos los que estéis en el paso.
- Si la acumulación de gente es grande, hay canales donde la roca se desprende con facilidad. Puedes llevar casco o simplemente estar atento.
Tras la canal, todo es… ¡más escalada! Hasta llegar a la cima os esperan subidas que, sinceramente, a mí me dejaron con la lengua fuera. Y al menos dos pasos horizontales muy aéreos. No son complejos de realizar, pero digamos que no es una excursión que recomendaría a alguien que vaya a la montaña.
La Enforcadura y la Tartera
En nuestro caso, sólo ascendimos el Pollegó (vaya palabrita) superior. Para aventurarse al inferior, es más que recomendable tener conocimientos y equipo de escalada.
La zona intermedia entre uno y otro, se llama enforcadura, y es un precioso collado que da acceso a dos terribles bajadas y/o subidas. Sinceramente, prefiero subir por la escalada que por estos caminos de ascenso interminable… y luego tener que destrepar el otro lado. En mi caso, me harían falta más conocimientos de escalada para hacer ese destrepe.
Cuando lleguéis a la enforcadura, tomaos un minuto para admirar el paisaje… es un lugar impresionante y único en el mundo.
La famosa y temida tartera… ¡no es para tanto! Los primeros 200 metros son los más incómodos, sin embargo, una vez los superéis (con alguna otra culetada mediante) seguid el camino marcado. El sábado en que subimos al Pedraforca creo que unas 100-150 personas pasamos por allí, y creo que fuimos 5, nosotros y 3 chicos corredores, los que bajamos por el camino marcado QUE ES CÓMODO Y ESTÁ REPLETO DE TRAMOS CON PIEDRECITAS, POR SI QUERÉIS «EMOCIONES FUERTES» Y DERRAPADAS.
Esto es triste e indignante. La montaña está llena de gente que va de domingueo, a pasar el rato, y no siente esa pasión y esa fascinación que sentimos el resto por ella. Y, por supuesto, unidas a esas emociones está el respeto. Un respeto inmenso por la naturaleza que ha creado estas maravillas, un respeto que se expresa en cada aliento que tomamos del aire que nos rodea.
Bajar por la tartera degrada el monte, al que el resto tanto amamos. Asique NO lo hagas. Además, puedes provocar un accidente bastante feo al hacer caer las piedras abajo, si hay más gente haciendo el imbécil como tú.
