adquisición
Marketing

No me hables más de aquisición

La semana pasada estuve en Women in Mobile, organizado en Barcelona. El evento fue lo que siempre he intentado crear con iniciativas como Barcelona Geek Girls: la mezcla perfecta entre tech y marketing, porque, como Sandra Davidsson de King comentó en su charla, los desarrolladores y los que trabajamos en marketing estamos hoy en día más cerca que nunca. Y ese debería ser el nuevo orden natural de toda organización.

La sesión fue una reafirmación personal, por todas esas veces en las que he pensado que quizá estaba equivocada en el pasado cuando intentaba explicar mi visión sobre las estrategias de marketing orientadas al crecimiento:

Esto ya no va de adquisición. 

Quizá muchos de los que me leáis hoy digáis «pues vaya novedad, nunca lo ha sido». Pero entonces explicadme en los comentarios de este por qué pensáis que asistimos (y hemos asistido) a tantas reuniones, conferencias y charlas en las que la gente sólo habla de descargas, registros, pruebas gratuitas… como métrica básica y fundamental.

Sí, estoy familiarizada con el concepto de «métricas vanales». Pero, en serio, os animo a comentar y debatir sobre otras explicaciones posibles a parte de esa 😉

Por favor, Déjemos de Hablar de Adquisición

Y sí, entiendo que las descargas o los registros o las cuentas demo son indicadores sexy para mostrar a tus inversores (o a los posibles inversores).

Pero, como profesional de marketing, nunca me he estresado más que cuando mi único foco era conseguir métricas no relacionadas en absoluto con el engagement.

Quizá por eso me gustó tanto la charla de Stephanie Peterson de Runtastic. 

Su charla estaba llena de ese tipo de cosas de las que te das cuenta cuando empiezas a pensar en una estrategia centrada en el verdadero crecimiento (algo para lo que ahora mismo trabajo duro en DEXMA).

Cuando intentas conseguir un crecimiento real para una empresa te das cuenta, en un momento de epifanía, de que, por supuesto, necesitas descargas, suscriptores o registros. Pero te das cuenta de que esto es tan solo el comienzo de tu «embudo» de marketing.

Centra tus esfuerzos dónde está el dinero de verdad: la conversión y el engagement. Esto es algo que he repetido mucho últimamente y, tras las charlas de la semana pasada, ahora sé que no debo de dejar de repetirlo 🙂 Adquisición Marketing Online

 

¿Cómo podemos cambiar de tema?

Como marketer, una primera advertencia: no siempre podrás conseguirlo. 

Si quieres intentarlo, desde el punto de vista de quien trabaja en marketing:

  1. Respira. Probablemente tienes razón pero la empresa puede no estar en el punto óptimo para pensar a largo plazo o en estrategias ricas en interacción de calidad con el usuario (falta de experiencia en marketing, necesidad urgente de financiación, inversores muy centrados en métricas…  Aprende a vivir con la frustración.
  2. Nunca dejes de decir bien alto lo que piensas. Pero no te quejes. Intenta ser un consultor, un consejero para la empresa. Y esto supone: exponer el problema, proponer una solución, incluyendo presupuesto y deadlines y las métricas que mejorarían con tu propuesta.

Y, al otro lado, ¿cómo puede lidiar la empresa con este tipo de talento en marketing?

  1. Dale al equipo de marketing un foco claro y explícales por qué necesitas que hagan lo que les pides que hagan. Sé brutalmente honesto, transparente y abierto. Siempre he apreciado cuando he recibido este tipo de comunicación.
  2. Dales recursos. Incluso si son justitos. Si pides a tu equipo de marketing que vaya en contra de lo que les dice su instinto, al menos dales la posibilidad de aportar resultados en los puntos que necesitas.
  3. Mantén la mente abierta mientras escuchas. Incluso si no te gusta lo que oyes de tu equipo de marketing.

Y, por supuesto, esto no es más que una relación.

Como la que deberías buscar y perseguir con tus usuarios y clientes. Intenta cambiar la conversación. Inténtalo otra vez. Y otra.

Pero recuerda: puedes cortar con la relación cuando quieras.

Las rupturas siempre son difíciles, pero no son el fin del mundo 😉 y si ambas partes habéis intentado involucraros en la conversación, incluso si no acabáis comiendo perdices, habréis ganado algo: aprender y discutir sobre la visión de la compañía. Ese «hacia donde vamos» con esto o aquello será de gran valor en las futuras conversaciones internas de la empresa.

Artículo traducido del original en inglés publicado en mi perfil en Linkedin