Sé que publicando y compartiendo esta entrada estoy tirándome piedras contra mi propio tejado, porque estaré descubriéndoos una de las experiencias más secretas y exclusivas que he vivido en Barcelona. Pero cenar en Espai Sucre me gustó tanto que… no puedo dejar de compartirlo con vosotros.
¿Te imaginas una cena con platos completamente dulces?
Yo no me la imaginaba.
Quizá porque ir a Espai Sucre fue una idea de Gonzalo, que quizo darme una sorpresa de bandera para una de nuestras celebraciones.
Los platos de Espai Sucre
No sabría describiros con palabras todo lo que probamos. Todas las texturas. Todos los colores, sabores, olores… Espai Sucre es alta cocina y se nota desde el minuto cero en el que entras.
Nos decantamos por un menú sólo de platos dulces y otro que incluía una preparación de carne como plato entre lo dulce y lo salado.
Os dejo las fotos (podéis hacer clic en cada una para ampliar y disfrutar):
Servicio y precio final
El servicio es excelente. Cuidado y perfecto. Los platos van llegando sin prisa, pero sin pausa, perfectamente coordinados.
Como habréis averiguado, no es un lugar para ir a cenar cada semana, pero por el tipo de cocina que ofrecen el precio final me pareció más que razonable.
Por supuesto, no es una experiencia para considerar si no te gusta el dulce. No hace falta que seas un gluco-adicto, pero sí que es cierto que hay que ir con la mente abierta y dispuesto a que te sorprendan con el hecho de que se puede cenar, y muy bien, sólo a base de platos dulces.