No sólo de grandes viajes vive el apartado viajero del blog. Y es que a veces, en las pequeñas escapadas es dónde se encuentran rincones de lo más refrescantes, secretos de esos que me gusta compartir con vosotros. Hoy os descubro uno en Essaouira, Marruecos.
Ginger lo montaron una pareja de Huesca después de haber dado prácticamente la vuelta al mundo haciendo unas fotografías impresionantes. Fotografías que se llevaron a Essaouira, Marruecos, para adornar un precioso local en la medina, Ginger.
El local es precioso y perfecto para disfrutar un rato tranquilo, con buena música y dejarse llevar por el espíritu del sitio y por su historia, que, Marga, una vallecana (¡como yo!) que regenta el vegetariano Triskala Café (pendiente en la agenda para cuando volvamos a Essaouira) nos contó, y con ella y nuestros sánwicher pasamos un rato muy bueno que hicieron del Ginger un sitio para repetir y recomendaros.