Esta semana voy a ser un poco monotemática… y es que el sábado me caso (¡fiesta fiesta!). Organizar una boda ha sido pan comido… ¿o no? Hoy os cuento por dónde empezamos a organizar la boda y cómo se ha ido configurando el que va a ser el día más guay del año ^^
La no-petición
Ni Gonzalo ni yo nos hemos pedido la mano el uno al otro. Casarnos era algo que nos apetecía así sin más, especialmente después de un año muy raro que tuvimos, que fue 2011. Muchos ya sabéis algunos «por qués». El caso es que desde la vuelta del viaje de California en 2012 decidimos que nos casábamos.
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| Foto de Marcos Sánchez |
La búsqueda del lugar
Antes incluso de tener una fecha empecé a buscar dónde haría mi boda. Y lo organicé como cuando organizas un evento. Lo esencial es definir el concepto del evento, la búsqueda on y off line (offline en revistas de moda, de mujer, de tendencias o a pie de calle) y contactar con los lugares que más te gusten para solicitar presupuestos.
La primera idea de boda que teníamos era de boda urbana. Casarnos en el juzgado y luego ir a comer a algún sitio bonito que nos dejaran alquilar barato y llevar el caterer que quisiéramos. Pero esta idea fue descartada por muchos motivos:
- El primero fue el económico. Los lugares «privados» para alquilar siempre escapaban de nuestro presupuesto. Comencé preguntando por la Terraza del Casino (unos 9K euros de alquiler, sí, sólo el alquiler) y terminamos por HUB Madrid (3900€ el alquiler de medio día).
- El segundo las limitaciones, que jamás me imaginé. Los espacios urbanos que más nos gustaron estaban limitados porque había que cortar a las 10-11 de la noche y buscarse la vida, por poneros un ejemplo.
- El tercero es que un 70% de las empresas contactadas ni me contestaron. Desde caterings, hasta lugares para eventos. En este país no hay crisis, al menos en dos sectores: el «mercado de las bodas» y el «mercado de los bebés». Si estás pensando en montarte algo por tu cuenta, apuesta por estos segmentos.
- El cuarto es que el 98% de los lugares PÚBLICOS que son de todos y todos deberíamos poder utilizarlos para lo que nos saliera del pairo (pagando y siendo cuidados, of course, para su uso privado) no se alquilan para eventos. Para eventos privados de los ciudadanos, o sea, tuyos y míos, no, pero para eventos privados de las empresas sí.
Después de todo esto, y gracias a los miles de millones de fotos preciosas de bodas campestres, sencillas y DIY que vi en los blogs americanos de bodas, cambió nuestra idea de boda. Aunque jamás barajamos ninguna finca porque todas eran un poco horteras para lo que queríamos y demasiado grandes. Bueno miento, barajamos una que se llama algo así como «La antigua vaquería» pero al final nos pareció todo muy turbio (nadie de la finca nos contestaba, de repente contactó con nosotros una empresa que quería enseñarnos nueve fincas pero les preguntábamos si tenían esa y nos contestaban con evasivas o con respuestas del tipo «yo te enseño nueve fincas porque tú no sabes lo que quieres ni lo que yo tengo y te va a gustar más» O-O… en fin, si os gusta os deseo SUERTE). De los mejores sitios que vi: De Natura, en Pedraza, o en la Casa-Esquileo, también en Segovia. Eso sí, jamás habría tenido presupuesto (ni habría intentado tenerlo, ojo) para hacer ahí la boda. Pero son bonitos.
Pensamos en casas rurales. Pero alquilar una casa rural cerca de Madrid, grande, espaciosa, aislada y bonita… o era muy cara o no dábamos con «la casa ideal». Así pues llegó un punto en el que estaba un poco bloqueada…
Pero un poco antes de navidad conocimos una casa familiar en un pueblo pequeño de Madrid (El Berrueco) y nos encantó. ¡Lo tenía todo! Después, incluso conocimos otras casas de amigos que se ofrecieron a dejarnos para la celebración.
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| Foto de Mati Sedeño. |
Asíque desde aquí queremos dar enormes gracias a mi familia porque su apoyo, su ayuda y sus recursos lo han supuesto todo para la #bodagmasm y han sido el mejor regalo que podríamos tener ^^
Pd: si a alguien le interesa la lista de sitios consultados, precios y recomendaciones, que contacte conmigo 🙂
