Estos días estamos probando sitios nuevos donde comer a mediodía los viernes, en nuestra casi única salida de la rutina laboral que nos ocupa en casa, a cada uno la suya. Uno de los últimos sitios fue La Cocina de San Antón, en el mercado del mismo nombre, que no os voy a recomendar porque ni fú ni fá. Eso sí, el sitio, el entorno, la decoración… son super bonitos y muy agradables. Prueba de ello un mantel:
Leo Juego de Tronos en el Kindle en mis ratos libres. Y mientras paseo, nunca faltan elementos de la calle que me recuerden que me he quedado a medias en El Muro…
Me visto por los pies, como decía La Mala Rodríguez, y a veces, me salen cosas tan interesantes como lo que llevo puesto hoy. Tengo ganas de que llegue el otoño y seguir mezclando texturas, sacar ya las chaquetas, los ponchos…e ir de compras con un poquito de tiempo!
La última imagen es alucinante, me encanta, es un mini cuadradito de cristal pintado que hay en la puerta del Club Alpino Madrileño, y me he fijado en ella por primera vez esta semana…es preciosa, ¿verdad?
Y eso nos lleva al montañeo, que hemos parado dos fines de semana porque este empezábamos con el curso de técnicas básicas de seguridad (y supervivencia en mi caso). Este fin de semana volveré a subir al Yelmo, aunque llegaré hasta arriba porque ya no me va a dar miedo una grietilla de nada (en peores plazas he toreado, ¿no?) y también a la Maliciosa, que fue hasta el momento la paliza de nuestra vida como montañeros…¿repetiremos palizón? Lo sabréis muy pronto… De momento os enseño los bastones que me agencié en Makalu, este finde probaré también eso del anti-shock.
Y para la montaña, nada mejor que estar bien alimentados, por eso esta semana estamos probando gracias a la plataforma trnd.es las Ensaladas Argal, y tengo que decir que se nota una gran diferencia en comparación con otras de latas que habíamos probado. Son ensaladas refrigeradas y yo creo que eso las hace ser más frescas y naturales que las otras. A nosotros nos están viniendo muy bien estos días que no tengo mucho tiempo para cocinar 🙂
Y además, sigo disfrutando de las calles de Madrid, a lomos de…
