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¿Qué ha pasado con La Red Innova?

Este año, La Red Innova, el evento sobre innovación e internet más cañero, divertido y aprovechable de los últimos dos años ha sido un gran bluff para mí. En este post os resumo los puntos clave de por qué no me gustó esta edición del evento, que tuvo lugar en Circo Price de Madrid los días 14 y 15 de junio.

Cosas buenas de esta edición

Ha bajado la asistencia, (se nota la crisis y se
nota más en los eventos con coste de inscripción), pero entre los
asistentes este año parecía haber más emprendedores y empresas
pequeñas
con interés en expandirse o sacar adelante sus proyectos y menos gente de grandes empresas. Asíque menos gente, pero muy interesante y a tono con el evento.

Las sesiones paralelas se han enriquecido, ampliado y mejorado increíblemente. No había una que no fuera interesante. Sin embargo, la sala Campus, la más práctica y dinámica de entre las paralelas estuvo completamente petada durante los dos días de evento, y muchos nos quedamos sin poder ir. En resumen: se necesita un sitio más grande para La Red Innova, o al menos un sitio donde los 4 lugares de sesiones simultáneas tengan el mismo aforo.


Cosas chof de LRI2012

Lo que más me ha decepcionado de La Red Innova 2012 es que se se llenó la «pista central» de ponencias completamente comerciales de las empresas colaboradoras y patrocinadores. O de speakers que venían a contar lo bien que sabían invertir sus millones en empresas de exitazo. O de Brasil. Sin embargo, algunos como AirBnB o BBVA supieron engancharnos y contarnos algo interesante al mismo tiempo que era su película, asíque podríamos decir «no fue para tanto». Siempre se saca algo interesante, alguna idea o algo para tus eventos propios o tu día a día de curro, pero, en mi humilde opinión, ha habido un abismo en cuanto a calidad de contenido entre la sesión plenaria de 2011 y la de 2012.

Otro punto negativo ha sido la organización del evento en general y del catering en particular. Además de temas de aforo de salas que ya he comentado, hubo un descuadre brutal de horarios entre lo que era el programa y las sesiones en los dos días de evento. Se podría haber corregido de un día para otro, o al menos, haberlo intentado. En cuanto al catering fue, simplemente, grotesco. Mala calidad y cantidad. Si hacías caso a las sesiones llegabas y no había «comida». Y si no hacías caso, descubrías que la «comida» eran muy-mini-montaditos (lucky me que llegué a alguno el segundo día) y bols de plástico (sí, como lo lees, de plástico) con raciones ridículas ensalada «césar» o ensalada de pasta. Los cachazos de lechuga pringados con salsa césar que tienes que comer con tenedor no son lo mejor para comer mientras intentas charlar con otros asistentes sobre sus proyectos. Como consejo para mejora los próximos años: que no haya catering y nos busquemos la vida, con el significativo descenso del precio de la entrada, claro.


 

¿Vendrás el año que viene? ¿Recomendarías LRI?

Ante la explosión de este tipo de eventos, talleres, charlas… que nos llenan cada día nuestras agendas, hay que evaluar muy bien a dónde vamos. Para mí, LRI este año me ha dejado muy fría y no creo que asista a las siguientes, eso sí, seguiré muy de cerca uno de los buenos puntos que tiene el evento, su retransmisión en streaming (eso sí, no había grabación en las salas paralelas, asíque definitivamente me he quedado sin ver nada de la Sala Campus 🙁 ). Os dejo en este post algún vídeo de dos de las charlas que más me gustaron, en concreto os recomiendo la de Sháá Wasmund, para mí, la mejor del evento.