Dejar Kamikochi fue bastante duro. Menos mal que el camino en los dos autobuses que nos tenían que llevar a Takayama fue precioso y nos disminuyó el bajón de salir de ese paraíso montañero. Los autobuses, como todo en Japón: ningun misterio pillarlos y «como ir en zapatillas».
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| Detalles en la zona de tiendas antiguas de Takayama |
LLegamos a Takayama muy tempranito, y esto fue un poco error, porque es un pueblo en el que tampoco hay mucho para ver. Tiene una zona de tiendas antiguas muy chula, llenas de tiendas de souvenirs diferentes, artesanales, y mucho sake. Que por cierto, ha traído cola en la familia Fernández-Sedeño porque no le ha gustado a nadie. También hay que decir, en favor del pueblo, que nos saltamos la mitad de las visitas porque el día siguiente iba a ser cansado y emocionante y queríamos llegar frescos a nuestro siguiente destino.
En Takayama dormimos en el K´s House Takayama, un hostel muy baratito y bien apañado a medio camino entre la estación y la zona antigua del pueblo. Os lo recomiendo porque es muy limpio, las habitaciones dobles estaban muy bien, y encima nos dieron una (gratis) con baño. Por nuestra experiencia después en el K´s House de Kyoto lo del baño es un plus que merece la pena. Tiene cocina completa y muy bien apañada, lavadora (de la que, a estas alturas de viaje, ya tuvimos que hacer buen uso), aire acondicionado en las habitaciones, TV, Wifi gratis…
Comimos en un burguer (sí, lo nuestro con las hamburguesas en Japón ha rallado lo raro…¡creo que he comido más hamburguesas en Japón que en California!) muy recomendable se llama Center4Hamburguers y que debe ser propiedad de un nipón apasionado por la west coast. La decoración era muy auténtica y tenían ofertas de menú a mediodía (ojo, no es barato) y hamburguesa de la ternera de Hida, la zona, a unos prohibitivos 2.800Y la pieza… Todo lo que probamos estaba riquísimo, asíque os lo recomiendo si tenéis capricho occidental.
