Viajes

Viaje a Japón. Día 4. Matsumoto

El quinto día nos embarcábamos para la que era una de las partes del viaje que yo más esperaba, la visita a los Japan Alps. Desde Shinjuku partimos a Matsumoto por la mañana, unas tres horas de viaje por el interior de Japón.

En este viaje ha sido el único momento en el que hemos tenido la suerte de ver el Fuji. Yo al principio no me lo creía… Estaba tan cerca, tan grande y…¡casi sin nieve! Joe, si lo llego a saber me lo hubiera currado para subirlo y bajarlo en el día, porque era bastante posible a juzgar por cómo estaba… otra cosa pendiente para el próximo viaje.
En Matsumoto visitamos en esencia su castillo. Es un castillo muy chulo y la visita es divertida, jugándose la vida por las escaleras que tiene… Los jardines son también chulos e inspiran a sentirse en la época Edo y crear personajes e historias de corte… ¿Verdad Gonzalo? 😉
Después de la visita al castillo, al salir del recinto está el museo de la ciudad. Os lo recomiendo porque es gratis, tiene sello de turista friki, una tienda de regalos con buenos precios y cosas de artesanía local, y muchos cachivaches e historias de la cultura de la ciudad, muy interesantes
Ese día justo ahí había un mitin político. Estaba todo lleno de jubilados y regalaban una bolsa con propaganda y pai-pais, que me dio vergüenza pedirla, pero luego me arrepentí por el calor que pasamos. Debía de ser un político un poco de derechas, por los jubilados (que asentían todo lo que decía, algunos incluso dormidos), porque iba de traje, estuvo más de dos horas hablando sin parar y gritaba bastante, a pesar de que tenían montado un equipo de sonido tipo Lady Gaga en tour mundial.
Como nos entretuvimos, llegamos un poco tarde a comer y estaba ya todo cerrado. Asique casi a las 5 de la tarde terminamos en otra franquicia de hamburguesas japos, muy ricas también.

Después de eso descansamos en el Richmond Hotel Matsumoto, que os recomiendo porque es baratito y está en medio del pueblo. Son muy atentos y la habitación estaba súper bien equipada, y encima te dan un montón de productos de belleza al hacer el check-in. Después de eso sólo salimos para dar una vuelta y comprar ramen para la cena.Vimos uno de los programas de TV más bonitos que he visto en mi vida (y que más rabia me ha dado no entender ni papa).