En esta entrada hay una pequeña mezcla, entre diseño y comida, pero como decía uno de mis profesores de diseño en la facultad, el diseño es interfaz, y sirve para comunicarnos con el mundo, asíque hoy el diseño es la vía que me ayuda a contaros otra peripecia gastronómica en Barcelona.
En Barcelona, a nosotros el diseño nos sirvió para muchas cosas, en el centro del Disseny Hub en la calle Montcada, justo frente al museo Picasso de «obligada» visita para el turista y curioso. El Disseny Hub pasa muy desapercibido, pero, en mi humilde opinión, resulta mucho más interesante y la visita fue para nosotros más provechosa.
Porque nos acercamos al increíble edificio del Disseny Hub para ver la exposición sobre papeles de pared que incluía modelos tan graciosetes como estos:
Además de la exposición, que nos encantó, que era gratuita, y que contaba con un folleto informativo completísimo y muy bien planteado, nos quedamos pajareando por la tienda del lugar, y Gonzalo se agenció un libro recién llegado de la imprenta sobre ilustración y tendencias de la misma.
Y finalmente…¡sí! En el propio edificio hay una cafetería gestionada por Laie, donde ofrecen menú del día completo, con bebidas incluídas por 13€. Comimos una ensalada con frutos rojos y frutos secos, unos espaguettis al queso cheddar, lomo de cerdo asado con cous-cous de pasas y salmón marinado con cítricos. Todo riquímo, hasta la mini-quiche de almendras de postre.
El lugar está muy bien, sobretodo el patio, donde también se puede comer, pero no lo hicimos debido al calor. Todo muy limpio y de líneas sobrias, la decoración, oscura, las mesas quizá algo pequeñas. En cuanto al servicio, este era el punto flaco del restaurante, ya que sólo tenían una persona para atender a todos los que estábamos en el bar, por eso tardamos casi una hora y veinte minutos en comer…lo cual nos pareció excesivo, y os lo cuento por si, váis con prisa, el Restaurante del Disseny Hub no es vuestra mejor opción.
