Montseny se ha convertido en una de nuestras zonas favoritas de entrenamiento montañero. En los momentos de más rigor invernal, tiene nieve sin peligro. Y en los momentos de gran calor veraniego, es un sitio perfecto para una salida temprana combinada con playa por la tarde.
Ya habíamos coronado varias cimas de Montseny, pero si algo caracteriza a esta zona es la gran variedad y cantidad de caminos que hay disponibles. En pleno enero y tras un fuerte temporal de nieve, Pirineo es impracticable para alpinistas novatos como nosotros.
Asique un domingo decidimos conocer el Montseny desde la vertiente que no habíamos visto, subiendo desde Osona, en concreto desde Coll Formit.
Primer aviso para navegantes: si el día es bueno mejor ir bien temprano. Llegamos a las 9 y apenas había sitio donde dejar el coche en Coll Formit. Casi nos toca dar la vuelta.
Después, iniciamos un recorrido muy agradable, y con un par de subidas bastante exigentes. Creo que por eso es la salida a Montseny que más nos ha gustado.
Por eso y… ¡por la nieve! Fue un día espectacular en el que pudimos, en una zona como Montseny tan cerca de la costa y de altitud tan limitada, disfrutar de todos los estados de un buen manto de nieve: dura, hielo y polvo. De ese maravilloso de que al caminar te hundes hasta las rodillas.
