Tenía preparada otra campaña para hacer un pequeño post de «malas prácticas» en el sentido más técnico de la publicidad, pero el lunes me quedé en shock viendo este mupi de IMEO en una campaña que intuyo que se fijó ese mismo día en Metro de Madrid.
He pensado tanto en ella que creo que he desgastado mi cabeza, pero sobretodo, una palabra viene a mi mente: «ética». Y ya que no tenemos una deontología propia de la profesión (como tampoco tenemos un colegio) deberíamos acogernos a algo, a lo que podamos, y esto es la ética.
Si bien estamos ante una buena campaña en términos de impacto y mensaje, está fuera de los límites de la buena praxis profesional. Está dentro de la publicidad del miedo, algo que yo creía que sólo los gobiernos tomaban como bandera para su proselitismo.
Como no se lee en las fotos (hechas con mi pobre terminal móvil) os plasmo aquí el copy de la «libretilla»:
La Obesidad en España: Las personas obesas tienen un 50% más de riesgo de muerte. 10º país más obeso del mundo. Origina: 84 muertes al día (18 veces más que accidentes de tráfico), 26% hipertensión arterial, 30% enfermedades biliares, 42% cánceres de mama y colon, 80% diabetes tipo II.
Los datos, seguramente de un estudio serán científicamente válidos, pero están utilizados claramente para apelar al mecanismo del miedo quien los lee, ofreciéndole como solución la «banda gástrica» una técnica quirúrgica y cara, aludiendo a las posibilidades de muerte y/o enfermedad que uno tiene si es obeso. Sin embargo, para ilustrar estos peligros se muestra la imagen de una mujer desnuda, que no puede mantener relaciones sociales satisfactorias a pesar de ser arquitecta (una profesión con reconocimiento y prestigio social).
Además, está dentro de la publicidad sexista. Sólo la mujer de la campaña aparece desnuda. El hombre es un «gordito triste» (en oposición al estereotipo, sí, pero también estereotipado) con camisa y corbata, del que sólo vemos el torso y la cara apesadumbrada. Pero la mujer, gorda, enorme, debe de preocuparse por su desnudo, su cuerpo y su imagen son más importantes que en el caso del hombre, chocando esta perspectiva y uso del cuerpo femenino con la intencionalidad del copy de apelar a la salud como motivo para dar el paso de la operación.
Está claro que la obesidad es una cuestión de salud. Lo que no está tan claro es que haya que infundir el miedo a la muerte en los posibles pacientes, y mucho más utilizando el cuerpo desnudo de una mujer frente a la imagen profesional de un hombre, al final lo que se nos dice es «opérate, tu imagen es importante» y si no, date cuenta de que te vas a morir por gordo.
Cuanto recuerdo estos días las clases de Elena Real…
