Viajes

Descubrir California. Etapa 4: el inciso de Mammoth Lakes

Cuando reservé un apartamento en Mammoth Lakes para «estar cerca» de Yosemite lo hice un poco resignada. Me hubiera encantado poder dormir dentro del parque, pero esos alojamientos cierran las reservas con un año de antelación. O en Mariposa, en el maravilloso B&B del que ya os hablé en mi entrada anterior.

Foto by Gon Vázquez

Pero nada más poner un pie en el pueblo de Mammoth Lakes mi resignación y mis dudas se disiparon. Por eso hoy hago un inciso para contaros qué ver, hacer y disfrutar de Mammoth Lakes.

¿Qué ver y hacer en Mammoth Lakes?

Mammoth Lakes es básicamente una estación de esquí. El pueblo nació en 1984 al calor del turismo invernal que visitaba la zona, y reciben cada año a unos tres millones de visitantes, gracias a su orientación al turismo de aventura y activo. En invierno podréis disfrutar de sus pistas de esquí, que en verano se convierten en el parque temático para los amantes del BTT de descenso más increíble que os podáis imaginar, con cientos de kilómetros para hacer descensos salvajes.

Además, Mammoth Lakes se llama «lakes» por algo: y son los increíbles lagos que tiene sobre el pueblo, a los que recomiendo la subida en bicicleta (no apta para flojeras) que se alquila en el centro del pueblo. Los lagos son cristalinos, azules, verdes… y están rodeados de unos bosques espectaculares.

Yo de biciclista frente a los lagos. Foto by Gon Vázquez.

Y, por último, hay un fenómeno geológico muy interesante: Devil´s Postpile. Se trata de barras de piedra hexagonales perfectas de unos 20 metros de altura que se formaron gracias a la acción de la lava y los glaciares de la zona durante miles de años. Para llegar allí hay que coger un bus gratuito a la estación de esquí y ahí pagar el que lleva al parque natural de Devil´s Postpile. Otro sitio donde perderse: bosques infinitos, lagos, formaciones geológicas, paseos educativos…

¿Dónde alojarse? ¿Dónde comer?

Mammoth Lakes como nació (y vive) del turismo no es la opción más barata para hospedarse. Creo que fue uno de los alojamientos más caros de nuestro viaje a California de 2012, pero elegimos una opción que nos permitió ahorrar en otras partidas de presupuesto: una cabaña.

Como ya os conté en el post sobre Yosemite, nos alojamos en el Edelweiss Lodge, que nos ofrecía una especie de cabaña-bungalow para nosotros, con una habitación y sofá cama, cocina americana (nunca mejor dicho) muy bien equipada. Para el invierno, había chimenea. Así, cocinamos y preparamos picnics todos esos días allí, y nos supuso un gran ahorro. El supermercado está a 5 minutos en coche.

De las opciones de comida que hay en el pueblo no puedo hablaros, pero ninguna parecía muy destacable por su calidad. Se parecían mucho a la comida del interior de las zonas que visitamos, que es menos rica que en la costa, y de la que ya hablaremos más adelante.

Un plus: outlets de montaña

En Mammoth puedes aprovechar si te gusta el esquí, la bici o la montaña porque había varias tiendas outlet o tiendas normales que estaban liquidando por esas fechas material de montaña. No es que haya que «lanzar las campanas al vuelo» porque el material muy técnico era, por lo general, caro, pero había algún gangui-cholli interesante si se buscaba mucho.