Cuando tienes un concierto en un auditorio, con tu butaca numerada y tu hora de comienzo y de fin, a veces piensas que no vas a poder disfrutar del grupo. Sobretodo si la propuesta es Delafé y Las Flores Azules, repasando su trayectoria musical, en especial su último álbum «vs. Las Trompetas de la Muerte».
Por suerte, hay auditorios que funcionan, y el de la Universidad Carlos III de Leganés es uno de ellos. Amplitud entre las filas de asientos y una inclinación suficiente como para permitir la visibilidad perfecta para todos los asistentes. Eso sí, durante un buen rato la acústica del ambiente no brilló por su excelencia, aunque esto fue mejorando hacia el final del concierto.
Aunque al final (bueno, más bien al principio, desde el tercer tema) todos acabamos de pie, agradeciendo esa amplitud, porque el bailoteo era un must cuando sonaban los acordes de La Primavera Ha llegado a la Ciudad o de Espíritu Santo.
Delafé y Las Flores Azules es mi grupo revelación del año. No sólo por su propuesta musical, sino casi ya su filosofía musical, su forma de ver y entender la música y como pude comprobar el pasado sábado, sus conciertos, están 100% en línea con lo que busco en los grupos de hoy que canten en castellano.
Un profundo sentido de la diversión, una infinitamente alegre forma de ver la vida, rimas que no dejen indiferentes, ritmos arriesgados desde el pop hasta rozar el ska sin olvidarnos del rap… Delafé y las Flores Azules lo tienen todo para dejar huella en la música de nuestro país.
En cuanto al conciertazo: 2 horas ininterrumpidas de música, bailes, steady running y cachondeo. Los miembros del grupo aún más animados que el público, acabaron mezclándose con nosotros, tirando confeti, ofreciéndonos el micro para que estribilleáramos «joya de la hoy haré la compra» (editado y tachado por culpa de mis versiones de las canciones XD…)
Delafé y las Flores Azules: gracias por vuestro paso por Leganés el sábado. Seguid así, estamos deseando repetir una noche con vosotros.
Ah! Y muchas gracias a Manu por acompañarnos y animarnos desde el minuto 0. Por llevarnos y traernos y por las cañas del pre-concierto 🙂
